Cada cierto tiempo hay que sentarse a repasar lo que uno está viviendo. Se imaginan echar a andar la máquina sin hacerla parar o descansar nunca.

Cada cierto tiempo hay que sentarse a repasar lo que uno está viviendo. Se imaginan echar a andar la máquina sin hacerla parar o descansar nunca.
Cada vez que publico en segundo plano mis jornadas de Youtube me preguntan, a quién estoy viendo, tratan de achuntarle quién es, me piden que yo misma vuelva a hacer vlogs y a lo que venimos, recomendar mis youtubers favoritas.
De una semana a otra, diagnosticada de gastroenteritis. Estuve de vacaciones por 1 mes, volví y llegó marzo, alcancé a estar 2 semanas sana, energética y en mi estado de equilibrio de siempre. Los 30 días de descanso no sirvieron de absolutamente nada, solo un buen recuerdo.
Nunca me había tomado tanto tiempo de vacaciones y no puedo decir que fue lo mejor, la semana 3 me dio el ahogo, esa necesidad del alma reclamando por volver a la normalidad, porque estar de vacaciones es como soñar, que no tienes responsabilidades ni pendientes, un aburrido sueño sin emoción.
Modo fan: encendido. Porque aunque no suelo comportarme como fanática o no lo visibilizo como tal, soy una tremenda fanática encubierta de muchas mujeres al rededor del mundo y me emociono cuando me encuentro con realizaciones audiovisuales como esta, con uno de mis referentes por años y con un estilo solo digno de Brittany Bathgate.
Son hartos, vividos intensamente aunque últimamente con mayor tranquilidad, mi vida se detuvo a los 30. Siempre le digo al Gino que siento como que el tiempo estuviera detenido, que no he sentido los 5 años que han pasado desde que estamos juntos, que está todo tan bien que a veces me pregunto ¿cuándo va pasar lo malo que tiene que pasar?
A pocos días de salir de vacaciones, reflexionando sobre el cambio de año, lo rápido que han pasado estos días y todo lo que se viene para el 2022, concluyo antes de empezar, que la vida no se trata de pasar el tiempo esperando un viaje o las “añoradas vacaciones”, la vida se trata de hacer todo lo que a uno le encanta, disfrutar todo lo que el lugar donde vives te entrega y aprovechar cada día, por más labores y pendientes que tengas.
Terminé de leer un libro de Hiromi Kawakami, en medio de una brisa sofocante del verano producida por el ventilador, echada en el sillón y con los gatos tan derretidos como yo. Casi me caen unas lágrimas, pero las bloqueé.
Primero quiero definir este año en tres palabras: sorprendente, esperanzador y reafirmante, así como una crema para la piel. No esperaba nada de lo que pasó y aún no asimilo cada peldaño que subí, cómo los subí y hasta donde llegué.
Este año definitivamente fue el año de las tiendas de diseño y las marcas internacionales aterrizando en Chile, no me atrevo a decir que para quedarse. Porque siendo realistas, son objetos inalcanzables, que llegan al doble de lo que cuestan afuera e incluso a precios ridículos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.