Aún les debo un post de griso, pero hagamos una pausa para hablar sobre como sobrevivimos esta era, ya no solo con una versión de nosotros terrenal, también cómo impacta nuestra versión digital o ese personajillo de redes sociales.
Estoy aquí sólo porque tengo computador nuevo y me encantaría que mis ganas de estar aquí tecleando fueran equivalentes a las de trotar, pero eso no pasa, así que preferimos encender el escaldasono, acostarnos y probar las mejores teclas del mundo, hablo en plural porque todo lo que se hace en esta casa, se hace de a 3, 1 humana y 2 gatas.
Creo que mi emoción es casi igual a la que sentía a los 12 años, cuando mi papá compró el primer computador.
Este hito ni si quiera merece una entrada de blog, pero soy tan feliz con estas pequeñas, no tan pequeñas, cosas materiales. A veces me siento culpable de ser tan terrenal, pero me consuela porque soy humana y no puedo pretender ser un ser de luz en un mundo tangible, desarrollado y además muy tecnológico.
Hace un tiempo decidí que voy a disfrutar la vida como es o como me tocó a mi, con la suerte de vivir la era de internet, iphone, tiktok y todo lo que venga por delante. Aunque esta sea la era del exceso de información y la inmediatez, me he dado cuenta que hay personas a las que les afecta más que a mi, que por consecuencia de las redes sociales tienen muchos problemas, no sólo con ellos mismos, sino con su entorno.
Es que todo esto de la creación de contenidos propios y que todos tengamos esta herramienta para publicar lo que queramos, es bien peligrosa. Porque yo puedo publicar pero tu puedes suponer, y no solo suponer lo que te de la gana, también sacar conclusiones, mal entender, mal interpretar y traspasarle a otros lo que piensas, aunque tu palabra no sea ley, es decir, aunque lo que digas no sea verdad.
Lo otro que encuentro grave, es esa constante comparación y esa lucha por querer tener lo mismo que tiene el otro, cuando todos vivimos estilos de vidas distintos y hemos tomado decisiones que nos han llevado por caminos totalmente diferentes ¿cómo podemos pretender ser/vivir igual que otros?
Esta difícil la vida y sobrevivirla, todos queremos sentirnos bien y hacer las cosas bien, pero hay gente que no se explica por qué les va mal, cuando siguen dañando a otros.
En fin, mi consejo es tengamos cuidado con los pasos que damos en nuestra vida digital, tal cual como en la terrenal, porque podemos hacer mucho daño sin darnos cuenta, desde una indirecta “sin mala intención” hasta un comentario sin reflexión.