Debería establecer esta sección del blog como definitiva, meses antes les mostré la casa de Troye Sivan y hoy, no puedo dejar de mostrarles la nueva casa de Emma Chamberlain y mi apreciación de cómo está cambiando el interiorismo, cuáles son las tendencias que más me gustan y cómo me estoy inspirando para mi propia casa que está en construcción.
En general, sigo muchas cuentas relacionadas con esto, tiendas de decoración, estudios de diseño, diseñadores de interiores, etc. Como Emma definió su estilo me identifica mucho “un mix de todo lo que le gusta, no importa la era a la que pertenezca”.

Si conocieron la antigua casa de Emma, era un estilo totalmente diferente, mucho más contemporáneo. Y siento que eso también habla mucho de los seres humanos, de cómo vamos cambiando, de lo que fue nuestra primera casa a una totalmente nueva, estamos en constante transformación y eso es súper válido, hasta nuestro estado de ánimo dice mucho de cómo vivimos y cómo son nuestros espacios.
Yo también he ido cambiando mucho, al principio quería un espacio más simple y ojalá con pocos colores o no más de 3, basados en una paleta de grises o beiges. Hace un tiempo, me he estado atreviendo con colores, hace unos años eso hubiera sido impensado, pero lo tomé como un aprendizaje personal respecto a la decoración, me propuse ser capaz de decorar con colores, que lo encuentro tan difícil como vestir con colores y verte bien.
La verdad, me encanta esto, me fascina estar cambiando cosas de lugar, probar nuevas combinaciones, crear micro espacios, mezclar revistas con figuras decorativas, libros con candelabros, cerámicas y lámparas, cambiarlas de lugar y volver a hacerlo una y mil veces.
La casa y las cosas son mi pasión, y creo que voy a pasar toda mi vida en esto.
Así, él otro día le pregunté al Gino cómo definiría el estilo de nuestra casa y aunque hemos ido mutando, analizando mi pregunta nos dimos cuenta que tenemos un estilo que definimos como “moderno kitsch contemporáneo” o para allá queremos apuntar.

Volviendo a la casa de Emma, cuando vi el video sentí una fascinación por lo que hizo, si bien es millonaria y puede hacerlo de esa forma, el hecho de poder contratar una diseñadora, elegir materiales increíbles como el mármol de su cocina y crear espacios únicos, es un privilegio que no cualquiera tiene.
Por otro lado, en Chile estamos súper limitados de tiendas y prácticamente hay que comprar todo en el retail. Esto hace que todas las casas se vean iguales y se pierde la identidad.

Lo que más me gustó de la casa de Emma, y por qué quede tan obnubilada con sus espacios. Lo primero es que se atrevió a remodelar una casa antigua de los años 50’s, algo que se usa mucho y que es lo mismo que hizo Troye Sivan, me encanta que tengan la visión del potencial de un espacio antiguo y poder imaginarlo refaccionado. Es lo que hicimos por ejemplo, con el café.
Me encanta, me vuela la cabeza, la mezcla de texturas en pisos y muros, como cerámicos, mosaicos y materiales como el mármol. Aunque me da pánico intentar hacerlo en la casa y no lograrlo, estoy intentando hacer moodboards para ver como mezclar materiales para la cocina y baños, viendo qué brick quedaría mejor con el piso de madera, qué color poner en el mobiliario de cocina. Un proceso tan entretenido pero que me genera tanta ansiedad y confusión.
Me gustó la sencillez de algunas cosas, como las banquetas con libros, el mix de cuadros en muros y el vestidor. Materiales sencillos y muy fáciles de replicar.

Hay algo también que me gusta mucho y que es hacia donde he ido mutando con mis gustos de decoración y es todo lo referente u originario de la época moderna, de la bauhaus, de los 60’s e incluso supersónico. Me encantan los objetos, terminaciones como papeles murales, cerámicos, floreros, sillones, estampados, alfombras, todo tipo de objetos de estilo sesentero. Pero también me vuela la cabeza mezclar todo esto con nuestro estilo contemporáneo. Me gusta todo, todo me gusta.
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