Nunca pensé que esto volvería a pasar, yo no lo busqué pero el destino lo puso en el camino diciendo algo así cómo: todavía te faltan más cosas que aprender y más obstáculos que superar, total la vida es una sola y te gusta gucci y prada.
En este sacarle el rollo a por qué pasan las cosas en la vida, siempre viví tratando de imaginarme a mi misma en el futuro, con nuevas responsabilidades, pero hasta ahora ya estábamos bien y no pensaba, por lo menos no todavía, en adquirir una nueva responsabilidad.
En vez de seguir dándome vueltas en mi propio pantano, les cuento objetivamente cómo ha sido volver a emprender. La verdad es muy parecido a emprender por primer vez, sobre todo cuando ese nuevo “emprendimiento” es un rubro desconocido.
Todo es nuevo, todo hay que descubrirlo y de nuevo equivocarse y enmendarlo. Pero hay algo de ventaja en el volver a emprender, porque ya eres una persona estructurada, tienes una rutina, hábitos, metodologías y no importa el rubro, eso lo vas a ocupar para preparar el desayuno o para instalarte con un burdel.
Hay años de experiencia y trote, que te facilitan las cosas y ya no eres ese ser que un principio no sabía delegar, ahora lo delegas todo porque no eres experta en nada y siempre existe la persona correcta para cada cosa. El secreto está en armar equipo y saber asesorarse.
Confirmo que, mientras más emprendas, más planillas excel tendrás en tu vida pero si buscas alguien que las administre, no tendrás que ver nunca más una planilla, escúchanos diosito del excel te rogamos.
Habrán más gastos, por lo tanto más deudas. Más gente a cargo tuyo, por lo tanto más “problemas”, más excusas, más tolerar, más corregir y más dar oportunidades.
Vendrán muchas cosas por solucionar, gente por saludar y gente por despedir, clientes conflictivos, unos que llegan y otros que no vuelven más. Vendrá el yin y el yang en persona a tomar café o a derramar el café. Lo que sí, no importa lo que venga, no hay que pensarlo tanto, las cosas se solucionan y desaparecen, así lo ve mi mentalidad ejecutiva.
Para cualquier cosa que desees, no hay que temer un posible suceso negativo invento de tu mente, no te pongas en situaciones que no existen. Se más concreto, cuáles son tus posibilidades de financiar un nuevo emprendimiento, con quién podrías asesorarte, dónde lo podrías hacer realidad. Gestión, aterrizar y concretar. Creo que esto ya lo había escrito antes por aquí Me siento muy coach, pero quiero contarles que yo nunca siento miedo, siento nervio y ansiedad, muchas ganas incontrolables, pero mi cabeza no le da vueltas a posibilidades negativas. De hecho, visualizo el “negocio” como una realidad.
Tener mucho tiempo u organizar muy bien tu tiempo, entenderán por qué no he tenido hijos y tampoco pretendo tenerlos. El hacer cosas me hace bien, el mantenerme ocupada mejor, poder llegar tranquila a la casa luego de haber cumplido lo que me propuse, es algo que yo decidí para mi vida y si eso implica volver a emprender una y mil veces, allá vamos.
Mucha dedicación y a veces incluso, dejar cosas que te gustan de lado, porque hay prioridades, sobre todo cuando un negocio está en su etapa de despegue.
En los negocios propios no hay pausas y no puedes esperar que algo que quieres ocurra sin acción, siempre hay buenos y malos tiempos, pero que los buenos tiempos perduren, depende mucho de uno y de un equipo que también depende de ti.
Por último, si la primera vez te funcionó la fórmula de hacer las cosas bien, repite la fórmula. Ser correctos, respetar a la competencia, cuidar a tus trabajadores, crear lazos afectivos positivos, generar un ambiente laboral donde den ganas de estar, relacionarte con tu entorno, empresas a fin, instituciones, potenciales clientes.
Odio esta palabra, pero tu creas el ecosistema donde te desenvuelves y se desarrolla tu negocio.