Hace un tiempo vengo digiriendo la idea de hacer una pausa, no por algo en puntual, solo una idea de autocuidado que he visto en Instagramers que sigo, como Mariana Matija o Fran Meneses, entendiendo la magnitud de lo que ellas hacen, yo vendría a ser la araña de mascota de Mariana. Sin embargo, cada uno entiende y percibe su estado emocional de una forma muy íntima, sin importar si eres un mega influencer o un simple mortal.

Hoy les voy a contar como yo percibo mi vida digital y por qué vi extremadamente necesario tomarme un descanso de redes sociales, porque aunque no trabajo con mi cuenta personal, mi trabajo me exige estar todo el tiempo pendiente, desde publicar hasta ver lo que mi equipo publica. Sin querer se convierte en una relación poco saludable, desde la tendinitis hasta el tiempo perdido que me consume estar en Instagram. El tiempo es lo que más me duele botar.

Desde que me duermo hasta que me levanto, mi vida gira en torno a las redes sociales o simplemente a todas las apps disponibles del Iphone, todas altamente adictivas. Hay veces en que me pillo con el celular en la mano porque sí y se me olvida que iba a hacer. Otras en que paso muchas horas trabajando desde ahí, porque tengo a mano el Trello, Drive, mi correo y Whatsapp, donde lamentablemente nos hemos acostumbrado a trabajar, incluso invadiendo tiempos de descanso.

A veces fuera de mi horario de trabajo, en una comida o vitrineando en el mall, sigo trabajando desde el celular, paro en una esquina a contestar correos, a mandar audios explicativos, incluso a tener video llamadas. Honestamente, hasta escribirlo acá no había asimilado la dependencia obligada que genera el trabajo digital y cómo cuesta desconectarse o manejarlo conscientemente.

Es más, siento que el celular se ha convertido en una extensión inconsciente de nuestra mente, el metaverso de internet donde habita nuestra mente y donde ocurren cosas intangibles que nos impactan de lleno. Muchos de nuestros actos deben impactar a otros y no sabemos.

Estoy segura que a todos nos ha pasado, ya es una conducta demasiado mainstream. Nos hemos convertido en seres demasiado ajenos, dependientes, adictos, insatisfechos, competitivos, superficiales, inmaduros y acomplejados.

Pero no todo es tan malo, para mi tiene un lado muy positivo, que lo valoro siempre y es que mi trabajo está ahí, uno que me encanta y que me ha dado las mayores satisfacciones en mi vida laboral. Se que para muchos, la subsistencia también la encuentran ahí. Mis ratos libres más entretenidos están ahí, las fotos, los reels, la moda, la arquitectura, todo también está ahí. Las cosas que más me gustan en el mundo se reúnen ahí.

Pero a veces hay que elegir entender o tratar de entender el sentido de una vida más tangible, más real y la única forma de hacerlo, es dejando de lado el celular.

Este descanso lo veo desde ya como algo demasiado positivo pero no por eso, fácil. No puedo imaginármelo, y por aquí vendré a contarles cómo me siento, cómo cambia la vida sin Instagram y sin Twitter, que son las apps que más uso. Me imagino leyendo más revistas, libros, viendo series, tomando matcha, comiendo fruta, pintándome las uñas, trotando o saliendo a caminar. En fin, haciendo muchas cosas, que en mi rutina normal no me da el tiempo para hacerlas, porque mi atención se la lleva la mayor parte, Instagram.

Si se preguntan cómo lo haré durante este mes con mi trabajo, lo seguiré haciendo pero pedí ayuda para poder publicar las cuentas que yo llevo. Seguiré programando mis publicaciones para que otro las suba. Todo lo de clientes lo veo antes en sus planillas y revisión de diseño. Seguiré trabajando por Whatsapp y correos, porque eso no puedo dejarlo ni aunque quisiera.

Mi break empieza el lunes 15 de agosto y terminará el 15 de septiembre. Siento que es el mejor momento para hacerlo, porque luego se vienen muchas cosas que también se robarán mi tiempo, por ejemplo, el evento lanzamiento del café, la marcha blanca y la apertura oficial. Pretendo volver como si nada lo que significa echar a andar un nuevo negocio y recargada de nuevas energías.

Y si también se animan a darse un descanso, les recomiendo el libro, How to Break Up with Your Phone: The 30-Day Plan to Take Back Your Life, también tiene una versión en español y es un libro muy completo sobre el daño que nos hacen los celulares, con una guía para de a poco ir cambiando los malos hábitos. Esto es un poco de lo que el libro propone: