Este año definitivamente fue el año de las tiendas de diseño y las marcas internacionales aterrizando en Chile, no me atrevo a decir que para quedarse. Porque siendo realistas, son objetos inalcanzables, que llegan al doble de lo que cuestan afuera e incluso a precios ridículos.

También debo reconocer que me he sentido mal pagando tanto por un objeto, a pesar que entiendo el valor de lo hecho en baja escala y la manufactura de autor. También entiendo el contexto global y es una lástima que todo esté solamente al alcance de algunos pocos, porque así es la realidad del diseño en Chile.

Aún así, hubo un “pequeño” boom de tiendas de diseño y digo pequeño porque aparecieron varias al mismo tiempo pero siguen siendo pocas.

También tuve la suerte de conocer a algunos de los dueños de estas tiendas y ver la gestión que involucra traer marcas internacionales a Chile, la participación en ferias internacionales para encontrar estos productos, la inversión que implica que me imagino debe ser enorme y el riesgo que corren trayendo este tipo de productos a un mercado que simplemente no valora el diseño o no lo conoce.

En mis viajes pre pandemia, tuve la suerte de conocer todas estas marcas afuera, en museos, espacios de arquitectura y en barrios de diseño como el Soho de NY. Me traje objetos de afuera como la clásica cafetera Moka de Bialetti, un reloj BraUn de velador, un organizador Vitra y algunas laminas de muro, entre otras cosas. En esta casa nos volvimos coleccionistas de objetos de diseño y confirmo que es una enfermedad que no se cura.

Hoy soy una compradora compulsiva de diseño y en ese mood, quiero compartir con ustedes mis marcas favoritas del 2021 (y de antes) que me volaron la cabeza (estoy acuñando este termino blow my mind porque ningún otro expresa mejor mi exageración y vaya que soy exagerada).