En tiempos en que los hábitos que hemos adquirido con los años, nos afectan más de lo normal, es importante tener salidas de escape para no colapsar.
Envidio mirar hacia el pasado o a la misma juventud que vivieron mis papás, y pensar en cómo vivían y trabajaban sin celular, sin internet y sin los distractores que tenemos hoy. La vida debió ser mucho más fácil para ellos, sin pensar tanto y seguro vivieron más a conciencia los momentos.
Me encanta ser millenial, recuerdo mis primeros años de internet a los 12 años y fue un descubrimiento hermoso, lo guardo como uno de los momentos memorables de mi vida. Era un sentimiento tan exquisito cuando se conectaba el compu a la red, con ese sonidito molestoso que aumentaba la ansiedad.
Nunca más me despegué del compu, al lugar que iba era un panorama estar conectada a mIRC, Latinchat y experimentando por primera vez con mi correo electrónico en Mixmail.
A esa misma edad empezó mi amor por Macintosch, su manzana de colores y lo intituivo del sistema operativo que uso hasta estos días.
Tiene mucho de lindo y hasta cierto romanticismo, mi relación con lo digital. Sin embargo, hay una serie de contraindicaciones que tanto yo como tú que tienes mi misma edad, hemos acumulado durante los años de usar estos dispositivos, por tantas horas y sin temer ninguna consecuencia.
Para mi este año es de volverme más consciente de todo lo que hago, y entre mis metas del 2020, es soltar el celular (dentro de lo posible).
Para mi es sumamente difícil porque me encanta, soy de las que está creando contenidos todo el tiempo, tanto para mi como para mis clientes. Lo paso bien, lo disfruto, me encanta ver los resultados inmediatos.
Ahora estoy leyendo un libro que propone varios pasos para empezar a “cortar tu relación con el celular”, se llama How to break up with your phone de Catherine Price. Estoy en la primera etapa donde la idea es empezar a ser conscientes de por qué necesitamos tomar el celular y hacer scroll a cada rato, a pesar de que no estás buscando nada en particular.
El maldito hábito de switchear entre varias apps al mismo tiempo y después de un rato darte cuenta todo el tiempo que perdiste mirando nada.
Estoy usando la técnica del mindfullness no sólo para lo del celular, sino para todas mis adicciones que no me entregan nada positivo a cambio y por el contrario, me hacen sentir angustiada y ansiosa por nada.
No estoy siendo tan rígida o tomándome tan en serio el libro, tomo los consejos que se que me servirían y los que realmente puedo cumplir. Ha sido un inicio de año súper positivo, porque aunque los procesos son lentos, me he sentido más conectada conmigo y con mi entorno. Todo lo que hago intento hacerlo a conciencia, desde el despertar, comer y tomar el café.
Consejos para usar menos el celu en el día y conectarte más con tu realidad
- Riega las plantas como un panorama, pon música y usa un rociador para mojar las hojas.
- Mantén tu cocina limpia y ordenada, nada da más paz que la loza lavada y guardada.
- Lee un libro, contempla el espacio donde lo estás haciendo y siéntate en un sillón cómodo y en un lugar iluminado.
- Invita a alguien a tomar un café, para tener una conversación cotidiana y liviana.
- Crea proyectos todo el tiempo, no tienen porque ser laborales, pueden ser en tu propia casa; construir algo, instalar algo, cambiar una lámpara o costurear.
- Abraza a tu gato, juega con él, cámbiale su aguita y háblale. Ama a tu animalito.
Muchas de las cosas que hacemos diariamente están en esta lista, solo que no somos conscientes de lo que hacemos y nos distraemos fácilmente con el computador, el celular o la tele. No puede ser que una vida tan corta la desperdiciemos cayendo en pésimos hábitos que solo nos entregarán una mala postura, mucho caldo de cabeza y ansiedad.