Existen muchas formas y pasos para conceptualizar, algunos más establecidos que otros y que dependen de qué tipo de proyecto estamos trabajando; una app digital, una campaña publicitaria o de concientización, diseño gráfico o de objetos.

Con el tiempo y la experiencia, uno va a adquiriendo una metodología propia, con la base de lo que aprendiste alguna vez y con los hábitos que tiene cada uno para trabajar, esto tiene que ver con lo ordenados y metódicos que somos desde siempre, lo que facilitará el proceso de conceptualización.

Quiero compartir los pasos que a mi me han servido para llegar a buenos resultados y con bajo porcentaje de frustración. El primer beneficio de desarrollar un concepto, es que estimula tu lado más creativo y desde lo que desarrollas van naciendo nuevas ideas.

Escuchar al cliente

En cualquier rubro o proyecto, el primer paso es hacer todas las preguntas posibles, saber cuáles son sus objetivos, a quién quiere llegar, cuál es su público y qué proyección tiene en el tiempo.

Déjalo que te cuentes sus ideas, aunque sean pésimas. Déjalo que te cuente de su vida personal, sus preferencias o hobbys, eso te ayudará a construir algo que realmente le guste y evitarás tantas correcciones.

Brainstorming

Una vez que ya recibiste el encargo, empieza un trabajo relajado de “tirar líneas”, anota palabras y esquemas, frases claves, slogans, bosquejos, materiales y objetos.

Aunque mi trabajo normalmente está relacionado con lo digital, siempre incluyo en mi conceptualización; la comunicación, paletas de colores, interiorismo y todo lo que pueda servir para alinear mi concepto con otros soportes.

Desarrollo de concepto

Una vez que ya elegí el concepto principal, les pondré de ejemplo uno de mis clientes que tomamos desde cero, Madriguera, en este caso el concepto que desarrollé fue Jardín Interior, ojo que cuando definimos el concepto aún no existía el nombre.

Luego de nombrar el concepto, viene la descripción de este, con todas las características que nos servirán para elementos gráficos, análogos y digitales.

Siempre agrego referentes, nacionales y extranjeros, para que el cliente se pueda hacer una idea del concepto, nunca es tal pero sirve para poder imaginar algo.

Naming

Luego explico que el nombre debe tener o no relación con el concepto y por qué, y cómo este se relaciona con la comunicación de la marca y la ambientación de los espacios, generando en su totalidad, contenido.

Para que el cliente tenga alternativas, hacemos un brainstorming de naming con todo el equipo y vamos descartando y definiendo las propuestas finales. Normalmente entregamos hasta 5 propuestas diferentes de naming, y luego con el cliente definimos el definitivo.

Comunicación

En este punto explico cómo podemos relacionar el concepto con el entorno, la contingencia y con el público al que estamos dirigidos. Definiendo esto, tendremos diferentes temáticas para abordar en redes sociales y nos permitirá categorizar contenidos diferentes para todas las semanas.

Aquí también defino los hashtags y los elementos gráficos de referencia para el trabajo que luego hará el Diseñador gráfico en el desarrollo de la línea gráfica.

Interiorismo

Aquí le explico al Diseñador de ambientes cómo deberá relacionar el concepto en el desarrollo del espacio corporativo. Defino las zonas que deberá tener el lugar, por ejemplo, la terraza del árbol en Madriguera.

Los materiales, en este caso fueron cercos vivos, madera y fibras naturales. Los colores principales y complementarios, los elementos decorativos como luces en los árboles, plantas y fuego.

Para terminar, recopilo contenidos que se van a trabajar en redes sociales, soportes que utilizaremos y recomendaciones. Todo esto se traspasa a un .pdf muy cool, para impresionar al cliente y lograr ese hermoso ¡Me gusta todo! 

¡Mi consejo es nunca realizar un proyecto sin conceptualizar! Espero les sirva el resumen de cómo trabajo y que  es lo que más me gusta hacer.